Principales acciones de censura emprendidas contra la imprenta durante la Europa del siglo XV, XVI y XVII:
1. LAS BULAS PAPALES:
Durante la Edad Media la iglesia como institución era quien poseía social, económico e informativo, conjuntamente con el rey. Las bulas pontificias iban cerradas con un hilo de seda roja o amarilla o de cáñamo, asegurada con un precinto de plomo, en cuyo anverso iba impreso, a veces en oro, el nombre del papa y en el reverso los bustos de san Pedro y san Pablo separados por una cruz. Ese precinto era la bula propiamente dicha. Lo llevaban sólo los documentos de primer orden: entre ellos los que concedían privilegios. De ahí tomaron el nombre las bulas por las que los cristianos quedaban exentos de cumplir el ayuno y abstinencia cuaresmales a cambio de un canon (limosna).
La Iglesia Católica condenó la imprenta porque sería un factor de difusión de ideas y conocimientos. En la Edad Media toda la filosofía y conocimientos de la antigüedad estaban en las bibliotecas de los conventos, la Biblia se escribía en latín para que el pueblo no tuviera acceso a ella. La única voz legítima era la de la Iglesia y todo el que quisiera pensar por sí mismo era condenado.
2. INDICE DE LIBROS PROHIBIDOS:
El Index Librorum Prohibitorum et Expurgatorum también llamado "Index Expurgatorius" es una publicación de la iglesia católica que contiene un catalogo de libros perniciosos para la fe. El objetivo de esta lista es prohibir y prevenir la lectura de determinadas obras y autores, ya sea en su totalidad o parcialmente, cuyo contenido sea ofensivo, inmoral o atente contra las creencias católicas.
La primera versión fue publicada en 1559 por la Sagrada Congregación de la Inquisición de la Iglesia Católica Romana. Constata que la censura eclesiástica se convirtió en una institución en 1571 y que en los siglos siguientes, como reacción a la reforma protestante y a la ilustración, intensificó sus trabajos. El índice se mantuvo y sólo llegó a ser abolido en 1966, bajo el pontificado de Pablo VI.
La decisión de qué libros iban a parar al índice de títulos prohibidos, según Wolf, dependía en buena parte del censor del turno.El poeta Heinrich Heine y el historiador Leopold von Ranke cayeron en el punto de mira de los censores debido a las traducciones francesas de sus obras.El teólogo Karl Rahner se opuso a la traducción al francés de sus libros para evitar problemas con El Vaticano. A lo largo de los siglos, se incluyeron en el índice cerca de 8.000 publicaciones entre las que se cuentan Madame Bovary, de Gustav Flaubert, El segundo sexo, de Simone de Beavoir, novelas deHonoré de Balzac o obras de filósofos como René Descartes,Emanuel Kant o Blaise Pascal.
3. LA REAL PRAGMÁTICA:
La Pragmática pro-mulgada por los Reyes Católicos en Toledo el día 8 de julio de 1502 constituye la primera disposición jurídica española sobre la imprenta y el libro impreso, estos dictámenes cuyo fin era el control de la impresión de libros y que decretaban que solo la iglesia eran los únicos en dar las permisos para la impresión de Libros. Queda previsto que se confronten las obras impresas con sus originales para evitar errores e interpolaciones, y se recomienda no malgastar tales artes en imprimir obras apócrifas, supersticiosas, reprobadas y de cosas vanas y sin provecho.
"Otrosi, defendemos y mandamos que ningún libro ni obra de cualquier facultad que sea, en latin ni en romance ni en ninguna otra lengua, se pueda imprimir ni imprima en estos reinos, sin que primero el tal libro u obra sean presentados en nuestro consejo, y sean vistos y examinados por la persona o personas a quien los del nuestro Consejo lo cometieren. Y de hecho esto se le de licencia firmada de nuestro nombre y señalada de los del nuestro Consejo".
4. LEY DE SANGRE:
En 1558 Felipe II se decreta La ley de Sangre en la cual prohíben el ingreso de libros no regulados por la iglesia los cuales deberán llevar una firma que garantizaba que no estaba catalogado como prohibido. Quienes nos cumplían con esta ley eran condenados a muerte. Esta Ley probo ser una de las primeras leyes anti-contrabando contra la imprenta, inicio la censura contra la importación de libros extranjeros los cuales debían ser previamente revisados al igual los libros ya ingresados debían ser, declarados ante la iglesia y el poder real bajo pena de muerte, embargo de bienes y destierro.
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